Durante mucho tiempo, la luz se redujo únicamente a su función básica: aportar claridad para poder realizar tareas visuales incluso tras la puesta de sol. Mientras tanto, se han descubierto los enormes efectos que tiene la luz en las personas y su salud. La luz determina en gran medida nuestro bienestar, controla el ritmo de sueño-vigilia y contribuye a las más variadas secreciones de hormonas durante el día. Con este trasfondo, hoy en día la iluminación puede usarse en hospitales, oficinas o colegios de forma dirigida mediante tecnología de iluminación moderna para contribuir a la recuperación, el rendimiento o el aumento de la concentración.
El tercer fotorreceptor: la luz controla el reloj interno
Que esto sea posible se debe a un descubrimiento que los investigadores hicieron hace solo unos diez años: en el año 2002, además de los conos y los bastones, se descubrió un tercer fotorreceptor en el ojo, las llamadas células ganglionares, que están repartidas por la retina. Lo inusual en ellas: estas células no están destinadas a la visión. En lugar de ello, están conectadas directamente con un área del cerebro que controla nuestro "reloj interno" y ajusta el cuerpo y su metabolismo para las actividades diurnas y el descanso nocturno. Las investigaciones han demostrado la forma precisa en que la luz actúa sobre nuestro cuerpo, de modo que a mediodía tenemos un bajón de rendimiento, por la tarde somos más insensibles al dolor y por la mañana es cuando mejor funciona nuestra memoria a corto plazo. Como las personas no pueden seguir normalmente sus biorritmos naturales en una sociedad industrializada y marcada por períodos de tiempo fijos, se requieren soluciones de iluminación que tengan efectos positivos en el ritmo humano.
Efectos de la iluminación dinámica
Los efectos de la iluminación biológicamente activa son especialmente interesantes hoy en día para los trabajos de oficina y se utilizan cada vez más en ese ámbito. La llamada arquitectura de luz diurna se basa en el uso lo más intensivo posible de la luz natural, a la que se añade luz artificial de ser necesario. Por el contrario, en habitaciones o edificios con poca luz natural puede imitarse el proceso de luz natural mediante bombillas y sistemas de gestión de luz modernos y así lograr el mismo efecto biológico: por la mañana, una luz azul adicional se usa como estímulo, por la tarde, una luz azul claro fomenta la concentración y se termina la jornada con una iluminación más suave en tonos amarillos y naranjas. Los estudios demuestran que los trabajadores duermen mejor y rinden más durante el día, lo que a menudo también va acompañado de una mejora del bienestar general, y, naturalmente, eso tiene efectos en el trabajo y la motivación.
Por supuesto, estas soluciones de la llamada iluminación biológicamente activa también se usan en el ámbito de la salud y la formación: por ejemplo, la iluminación dinámica se usó en el marco de un estudio efectuado en una residencia de ancianos de Austria en la que vivían cada vez más personas con demencia. Estas muestran a menudo un ritmo sueño-vigilia irregular y por las noches no paran de moverse inquietas. Los investigadores emplearon una solución de iluminación que puede reproducir diversos escenarios lumínicos en relación con la potencia de iluminación y la temperatura del color. El resultado: los residentes estaban más atentos, comunicativos y activos en función del ambiente luminoso. Debido a la actividad diurna, también se normalizó en gran medida el ritmo sueño-vigilia, y por tanto se redujo el número de somníferos prescritos. Otro estudio llevado a cabo en un colegio mostró que los alumnos trabajaban más concentrados o estaban más tranquilos en el aula gracias a la iluminación dinámica.
Gestión de la iluminación ajustada a las personas en "LifeCycle Tower One"
Sin embargo, no solo se trata de claridad y del color de la luz. También el ángulo de incidencia, la dinámica y la acción de la luz directa e indirecta son esenciales para una simulación efectiva del proceso de luz natural y el efecto biológico de la luz. Un innovador edificio de oficinas en la ciudad austríaca de Dornbirn nos muestra qué aspecto tiene en la práctica una iluminación dinámica ajustada al ritmo humano. El "LifeCycle Tower One" es el primer edificio híbrido de madera de ocho pisos del mundo: por dentro, se puede ver la construcción portante de madera, mientras que la cubierta exterior es de aluminio. Al igual que la construcción sostenible, se ha implementado un sistema de gestión de iluminación inteligente. Un botón de medición de luz diurna situado en el tejado del edificio calcula en todo momento la entrada de luz exacta. Igualmente, el sistema regula la luz artificial de forma individual para cada habitación solo en caso necesario. La temperatura del color y la cantidad de la luz también se regulan según ambientes luminosos predefinidos. Para ahorrar energía, se han instalado en el edificio detectores de presencia, de modo que la luz y la calefacción solo se activan cuando se de verdad se necesitan. Junto al efecto positivo que ejerce sobre las personas, el aprovechamiento máximo de la luz diurno también permite un ahorro de energía considerable. Así se amortizan relativamente rápido los gastos adicionales de instalación y concepción de una iluminación dinámica, que también habrán efectuado trabajadores más motivados, competentes y sanos.
"Luz y salud" se encuentra entre los temas principales de la próxima edición de Light + Building, que se celebrará del 30 de marzo al 4 de abril de 2014 en Fráncfort del Meno. En la mayor feria mundial de iluminación y tecnología de edificaciones, los fabricantes internacionales muestran, además de lámparas y tecnología lumínica nueva e innovadora basada en LED u OLED, sistemas para el control inteligente de la luz que permiten lograr una iluminación dinámica adaptada a las necesidades humanas.
6 de enero de 2017
por
Domonetio
Los efectos de la iluminación dinámica en las personas