El futuro de las urbes pasa por el diseño de ciudades inteligentes. Estarán formadas por una red de hogares conectados a la Red que hará posible un espacio común en el cual los ciudadanos puedan interactuar gracias a las nuevas tecnologías. Los avances en la domótica han propiciado un conjunto de tecnologías capaces de automatizar la vivienda aportando aplicaciones vinculadas a la eficiencia energética, seguridad, bienestar y comunicación.
Un grupo de arquitectos ha dado un paso adelante en el diseño del hogar del SXXI con el desarrollo del primer prototipo de vivienda inteligente que incorpora una capa digital que hace posible activar electrodomésticos con el movimiento corporal, conocer el consumo energético real y realizar conferencias a distancia, sin moverse de la casa.
Openarch es la primera vivienda diseñada desde su inicio para la presencia de una capa digital que conecta los elementos del hogar a internet. El ciudadano puede controlar los aparatos de la casa mediante el movimiento de su mano, saber al detalle el consumo eléctrico de su vivienda, así como activar cualquier electrodoméstico del apartamento desde el exterior de hogar o su puesto de trabajo.
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El proyecto germinó hace tres años cuando el arquitecto vasco Ion Cuevas-Mons, socio fundador de Thinkbig Factory, finalizaba su doctorado en la Universidad Politécnica de Madrid con el diseño de un proyecto de investigación que mezclaba a partes iguales arquitectura y tecnología.
Tras dedicar buena parte de su labor a la investigación teórica, fue la imposibilidad de usar tecnología informática de "software y hardware libre" lo que llevó a este emprendedor vasco a comprarse un apartamento en Hondarribia en Gipuzkoa. Inmueble adecuado que serviría para diseñar este prototipo de vivienda, idónea para efectuar las probaturas requeridas e incluir una "capa digital a un entorno doméstico real", añade Cuevas-Mons.
Al proyecto de Cuevas-Mons se unieron Pablo Santacana, Jaime de los Ríos, Suana Escudero y Ran Chen, un nutrido de arquitectos, tecnólogos, hackers e ingenieros, especializados en el desarrollo de "nuevas tecnologías" aplicadas a los entornos domésticos. "Vimos que la capa digital ofrecía muchas potencialidades a los ciudadanos, al fusionar aparatos físicos con tecnología digital. Se trata de buscar una mayor interacción de manera intuitiva y sencilla que mejora la experiencia del usuario con las tecnologías digitales e internet".
A esta necesidad los rectores de Openarch sumaron una realidad vinculada con la gestión eficiente de la electricidad consumida en el hogar. No en vano, Cuevas-Mons considera que el uso de esta tecnología novedosa puede proporcionar un importante ahorro en el uso de la energía al "conocer al detalle el consumo de cada electrodoméstico o aparato eléctrico del piso", detalla el arquitecto. En la práctica, la capa digital incorporada a la vivienda piloto incluye cuatro ejes de actuación claves. Cada uno de ello se halla vinculado a diversas aplicaciones que logran enriquecer la versatilidad de la tecnología desarrollada en el proyecto Openarch.
El hogar del futuro es interactivo